Los encantos de la gastronomía santaelenense
Una gastronomía con variedad de frutas y verduras que son cultivadas en el corregimiento de Santa Elena deleitan a los miles de visitantes que llegan.
La gastronomía es una de esas muchas actividades y ocupaciones distintivas de un territorio, las cuales hacen parte de la tan escudriñada idiosincrasia que bastante orgullo les da a sus habitantes. Son aquellas labores que mueven el suelo que pisamos y nos hacen gritar a todo pulmón: ‘’ ¡Sí; esta es mi tierra!’’. La gastronomía, por ejemplo, es una de las formas de dejar una huella tanto a locales como a visitantes, a través del gusto y los maravillosos sabores que solo una tierra como Santa Elena podría ofrecer, con una labranza tan única y admirable como los climas que moldean sus campos.
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Este corregimiento es conocido por sus inigualables recetas y delicias orgánicas, tan frescas como el aire bajo el que son preparadas. A lo largo del lugar se cultivan moras, papas, lechuga, zanahoria, calabacines (zucchini, o ‘’zuquinis’’), pepinos, fresas, cidra, tomate de árbol, además de aquello que les da su toque característico a muchos de los productos de la región, como el mortiño (destacado por sus propiedades antioxidantes), el yacón (utilizado para controlar la diabetes), uchuvas y moras silvestres, entre muchos otros. Pero ¿cuál es el resultado de todo esto? Pues bien, muchos selenitas han demostrado orgullosamente su capacidad para sembrar de forma orgánica, sin pesticidas, sin aditamentos, nada más que unos gramos de empeño y una pizca de amor. Todo esto nos deja un menú bastante original donde encontramos también deliciosas arepas con chorizo, tamales, productos a base de miel, además de una gran variedad de frutas en almíbar, mermeladas, aromáticas, extractos de yacón, el famosísimo vino de mortiño, diversos cafés especiales, cervezas artesanales y, bueno, la lista sigue.
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Lo más importante es abrir un espacio en la agenda, abrigarse y emprender un viaje hacia la auténtica
producción agrícola y gastronómica del corregimiento de Santa Elena. Que esta lectura sea solo el abrebocas de los miles de sabores que hay por degustar.
*Escrito por: Andrés Ramírez Valencia