La vereda Astillero quizás una de las más lejos del corregimiento de San Antonio de Prado vive la niña Deisy, todas las mañanas, ella con los demás niños se preparan para ir a la escuela, en su camino se encuentran con compañeros para asistir a las clases entre lluvia o mucho sol, todos los días quizás con la misma rutina.
Pero hoy no es un día cualquiera, semanas antes se invitaron a los niños y niñas a una actividad extraescolar, la niña Deisy, ansiosa por que llegara la fecha, se prepara con su ropa más linda y se trenza el cabello, estando todos en la escuela, a lo lejos Deisy ve llegar una joven con un morral en la espalda, la que con gran entusiasmo dice: Hello! sorprendida la niña se pregunta:
– ¿Quién es? ¿De dónde viene?
con una gran sonrisa la joven dice: I am the teacher Vero!
-Con gran entusiasmo les dice a los compañeros- Es ¡La teacher!
La teacher llegó a ellos, a la escuela en lo alto de la montaña llena de colores en sus paredes, para enseñarles a reconocer el entorno, al principio, con gran timidez aprendieron las frutas, las verduras, los números, jugaron y cantaron todo en inglés, dibujaron la fruta preferida, jugamos golosa repasando lo números. Además, en un rato libre le enseñamos a jugar futbol a la teacher, ¡fue increíble! al llegar el atardecer y con algo de frio, la profe nos canta la canción de despedida.
Al largo del camino se ve la teacher irse, todos dicen –Bye bye! como ella les enseñó a despedirse, se quedan con grandes expectativas del encuentro, entre ellas la niña Deisy, que quiere ser profesora de inglés y viajar a otros países, la profe con la sonrisa de los niños en la mente, sonriendo exclama ¡fue un día estupendo, no era un día cualquiera!, con los juegos se despertó la empatía, la confianza, al final de la tarde se logra incorporar el lenguaje demostrando el interés por el idioma.
Por: Leidy Lotero
